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EL HOGAR EXTREMEÑO DE MADRID ESTÁ SITUADO SOBRE LOS TERRENOS DEL ANTIGUO CONVENTO DE LOS JESUITAS.

CURIOSIDADES DE MADRID: EL HOGAR EXTREMEÑO DE MADRID ESTÁ SITUADO SOBRE LOS TERRENOS DEL ANTIGUO CONVENTO DE LOS JESUITAS. NOTICIAS SOBRE SU INCENDIO EN 1931 Y DELRESCATE DE LOS RESTOS DE SAN FRANCISCO DE BORJA ALLÍ ENTERRADOS.



Madrid, capital del reino de España, antiguo poblachón manchego y ciudad durante siglos de aluvión de ciudadanos de otras partes de la nación que venían a ella buscando, bien la cercanía del poder político, o bien un lugar de trabajo al ser el centro de la vida comercial, industrial, económica y cultural más importante en muchos momentos de nuestra historia, ha sufrido en sus suelos infinidad de acontecimientos que han ido transformando su fisonomía como ciudad, hasta convertirla en una bellísima y moderna ciudad europea, destino hoy día de infinidad de visitas de turistas culturales y hasta gastronómicos de otros paises del mundo.
Plano de Madrid, 1762
         
Naturalmente, no vamos nosotros en estos breves apuntes a señalar todos y cada uno de los distintos acontecimientos que se han ido dando a través de los tiempos y que han dejado huella en sus calles, sus plazas, sus barrios, hasta hacer de Madrid un referente de ciudad moderna, pero sí nos vamos a detener, según nuestro personal criterio, en algunos de estos momentos de la gran historia de la ciudad, hasta llegar al momento del gran acuerdo por el que se aprueba la construcción de una Gran Vía urbana que atravesando la parte más antigua de la misma, diera solución a los grandes problemas del ya incipiente tráfico automovilístico, pero, principalmente, al incipiente comercio que desde su nombramiento como capital de España se venía realizando y dinamizando a la sociedad madrileña.
Un primer momento en su evolución y desarrollo como gran ciudad sería, por lo tanto, su designación y establecimiento como Corte de la monarquía del rey Felipe II.
La capitalidad, con sus efectos espaciales, funcionales y fisonómicos, constituye el factor de diferenciación de Madrid con respecto al resto de ciudades españolas. La capitalidad favoreció el aumento demográfico y la prosperidad económica y cultural de la villa.
A pesar de que desde 1561 el establecimiento de manera permanente de la Corte en Madrid otorgara a la Villa la condición de capital (de la Monarquía Católica y del Imperio español), el reconocimiento jurídico de la función de capitalidad hubo de esperar más tiempo. Sin embargo, no fue hasta 1931, con el advenimiento de la Segunda República Española, que se oficializa constitucionalmente este hecho. Igualmente, fue reconocida oficialmente como capital de España durante el franquismo en la Ley de Régimen Especial de Madrid (11 de julio de 1963), un hecho que fue posteriormente también sancionado en la Constitución de 1978. Hasta 2006 no se promulgó una ley, la Ley de Capitalidad y de Régimen Especial de Madrid, por la que el Parlamento desarrolló legislativamente las consecuencias de esta especificidad.
Después de la guerra de Sucesión (1700-1714) se produjo el ascenso a la Corona española de los Borbones, quienes llevaron a cabo una profunda reforma en muchos aspectos de la vida española y, también, en la arquitectura, algo que quedó bien reflejado en Madrid. La nueva dinastía borbónica trae a España nuevas ideas en lo político y lo administrativo. Una de las de mayor repercusión es quizás la necesidad de dotarse de un estado fuertemente centralizado, en el que se hace necesario, por tanto, ejercer el gobierno desde una gran capital, al estilo fundamentalmente del París francés de Luis XIV. Esta idea, comenzada a poner en práctica por Felipe V, nieto de Luis XIV, será continuada por sus sucesores borbones, quienes se esforzarán por hacer de Madrid un lugar clave para la vida política, económica, social y cultural de España. 
De los monarcas borbónicos, será Carlos III quien tenga mayor influencia sobre la fisonomía de la capital, siendo conocido como "el mejor alcalde de Madrid". Realizó el primer ensanche, en el sector meridional, con las amplias avenidas y paseos de Acacias, Delicias, Melancólicos, Olmos y Chopera, mandó construir la actual Puerta de Alcalá, los Paseos de la Castellana, Recoletos y Prado y el Museo del Prado. Durante su reinado la población alcanzó los 160.000 habitantes.
Su consonancia con las ideas ilustradas imperantes en la época le llevan a promover la construcción de obras públicas, para uso y disfrute de los ciudadanos, a veces continuando la labor iniciada por sus predecesores. Las calles se amplían y se adornan con fuentes y jardines; se construyen puentes y nuevos y más modernos edificios; se arreglan caminos; etc. Para ello, los monarcas se rodean de grandes arquitectos, como Sabatini o Villanueva, que dan a la ciudad un aire neoclásico.
El ansia de saber y enseñar al pueblo se manifiesta en la construcción del Jardín Botánico o del Gabinete de Historia Natural, embrión del posterior Museo del Prado. Fuentes como la de La Cibeles o Neptuno engalanan las avenidas. La Puerta de Alcalá, obra de Sabatini, enmarca los paseos en los que la sociedad madrileña juega a su deporte favorito: ver y ser visto. 
Arquitectura aparte, durante el Siglo de las Luces Madrid se convierte en punta de lanza del movimiento ilustrado. Se fundan Academias, como las de la Lengua, la Historia, la de Jurisprudencia de Santa Bárbara o la de Bellas Artes de San Fernando. También se crean nuevas instituciones de enseñanza superior, como el Seminario de Nobles, fundado en 1725 a instancias de Felipe V; la Real Escuela de Mineralogía de Madrid o la de Veterinaria; los Reales Estudios de San Isidro; la Librería Real (1716) -núcleo de la futura Biblioteca Nacional-; el Real Gabinete de Máquinas; Laboratorios de Química General, Química Aplicada a las Artes y Química Metalúrgica; el Observatorio Astronómico, de Villanueva, etc.

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